CHRIS NAMUS INTIMA PARA CARAS URUGUAY

Numús en una entrevista única para Caras uruguay.
La fama tocó a su puerta cuando el año pasado ganó el campeonato mundial juvenil de boxeo. Hoy, Chris Namús es mucho más que una boxeadora, es la nueva expresión de la “garra charrúa”, y los uruguayos se llenan de orgullo cuando el “bombón asesino” sale al ring con la celeste puesta.

Recientemente, se lució en el Palacio Peñarol ante la boxeadora número uno de Estados Unidos, Nicole Woods, y ahora se prepara para disputar el título Mundial por el Consejo Mundial de Boxeo, algo inédito en el boxeo uruguayo. En el ring es invencible, pero cabe preguntarse si fuera de él también lo es. Cualquiera podría pensar que la bella boxeadora es una mujer ruda las 24 horas del día, sin embargo, en su relación de pareja con el también boxeador, Matías Giudici (19), con quien está en pareja desde hace dos años, nadie gana por nocaut. Ella misma lo define: “una pareja normal, tenemos los mismos sueños que tienen los enamorados, incluso nos peleamos y al rato nos reconciliamos”. Conviven desde hace un año y medio y hasta ensayan para ser padres con un cachorro
Mastín Napolitano llamado Misionero, que llegó para alborotarles la vida y llenarlos de alegría.
A continuación parte de la entrevista a la boxeadora mas famosa del pais:
—¿Qué significó para usted la pelea contra Nicole Woods en el Palacio Peñarol?
—Fue la pelea más importante de mi vida por varios motivos; en primer lugar, porque era el último escalón que tenía que subir para po- der pelear el 9 de mayo por el título mundial por el Consejo Mundial de Boxeo, que es el organismo más importante que hay; y en segundo lugar, porque Nicole Woods fue la rival más difícil de mi carrera. Ganarle como le gané fue lo mejor que me ha pasado.
—Su vida profesional está en su mejor momento. ¿A nivel sentimental cómo está?
—Con Matias estamos muy bien, somos una pareja normal, nos queremos, y como en cualquier relación hay peleas, pero nada que no tenga solución.
—¿Tiene planes de casamiento?
—A mi me encantaría, pero él no quiere saber nada (risas). Me encanta planificar pero él prefiere no hablar del tema, somos jóvenes todavía igual.
—Cuando piensa en el casamiento, ¿se imagina como una novia tradicional, con vestido blanco, entrando a la Iglesia?
—¡Sí, claro! Me encantaría tener una boda tradicional.
—¿Cómo es la convivencia?
—Estamos juntos porque nos llevamos bien, nos elegimos. Si bien la convivencia te lleva a tener roces, los vamos superando.
—¿Hay roles a la hora de hacer las tareas del hogar?
—A la hora de cocinar somos muy malos los dos, ninguno de los dos sabemos, por eso tratamos de comer mucho afuera, eso nos gusta mucho. Yo sólo sé cocinar panchos, eso lo dice todo ¿no? Sólo una vez hice un puchero que me quedó rico y él quedó fascinado, tal vez lo dijo para incentivarme, la verdad es que me quedó la duda (risas). A la hora de ordenar es parejo, en la mudanza él cargó las cajas, hizo el trabajo de fuerza y yo limpié, pero en general hacemos todo juntos.
—A sus vidas llegó Misionero, un perro que parece tenerlos muy ocupados…
—Sí, estamos felices con el perro, tiene dos meses y nos conquistó. Lo cuidamos muchísimo, nos desvivimos en atenciones, hasta nos peleamos por ver quién le da agua
o comida.
—¿Se puede decir que con él ensayan para padres?
—De alguna manera sí. Lo cuidamos mucho, somos buenos padres con él, lo mimamos todo el tiempo. Pero también ensayo con mi ahijada, una beba de un mes a la que adoro.
—¿Se imagina casada, con hijos y aún boxeando?
—Me imagino casada, con dos o tres hijos, pero una vez que me haya retirado de mi carrera boxística. Calculo que continuaré 4 o 5 años más en esta carrera.
—¿Se siente una mujer tradicional?
—En cierto sentido sí. Me gusta la idea del vestido blanco, tener hijos, soy muy hogareña, sueño con un hogar típico, con mi marido y dos o tres hijos, pero cuando pienso en las tareas de una ama de casa me doy cuenta que no lo soy. Sin embargo creo que todo se aprende y si es necesario lo haré.

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